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Hanna Karina Sandoval

Tradiciones Herméticas

Transmutando la Tristeza

tristeza

La tristeza es una emoción de frecuencia lenta que todos los seres humanos padecemos en distintos momentos de nuestras vidas inevitablemente. El problema surge cuando la tristeza se vuelve crónica, transformándose en depresión. En mi programa de radio han llamado padres preocupados porque sus hijos quieren suicidarse, y de hecho está ocurriendo bastante en nuestra sociedad.

Los jóvenes de hoy son sumamente sensibles a las energías, diría que hiper sensibles, lo cual los convierte en una esponja que absorbe la densidad del ambiente. Esta densidad se plasma también como egregores del inconsciente colectivo, entonces estos chicos pueden tener pensamientos que no necesariamente son de ellos, pero es sumamente difícil notar la diferencia, y lo digo por experiencia. En muchos momentos de mi vida me sentía triste y no sabía por qué, ya que no había un motivo latente. Llega el invierno, la ciudad está gris, los rayos del sol que suelen darnos vitalidad están más débiles y eso afecta realmente a las personas.

Ahora sin fomentar la dualidad, existen entidades como ángeles caídos que buscan que bajemos las vibraciones. Esto hay que verlo como un juego, no se trata de luchar contra ellos sino no permitir que entren en tu frecuencia, si es que se está en paz, en plenitud, no hay forma que ingresen, es como cuando se sintoniza una radio. Pero claro, muchos dirán y cómo hago eso, por eso voy a compartir lo que yo hago, esperando que pueda ayudar a quien lo requiera. Es así que lo voy a enumerar.

  1. Deja que fluya la tristeza, no la reprimas ya que en algún momento se irá. No intentes evadirla, llora si es necesario, es una manera de descargar.
  1. Ten una rutina de meditación, si es posible dos veces al día, en la mañana y en la noche. La meditación aquieta la mente y nos lleva a tener pensamientos de mayor calidad.
  1. Has ejercicio físico, esto ayuda a eliminar toxinas y también a aquietar la mente.
  1. Enfócate en lo que te gusta y no en lo que no te gusta. Hay cosas que están fuera de nuestras manos, que no dependen de nosotros. Una manera de que el amor fluya en todo nuestro cuerpo es canalizar el amor hacia el servicio. Quizás no podemos dar amor a alguien en particular porque no lo quiere recibir, y eso nos frustra, pero el amor es uno solo. Los seres humanos solo queremos dar amor a un número limitado de personas, como a nuestra familia, pareja, etc, pero cuando lleguemos a emanar amor sin distinguir al destinatario, será un gran salto cuántico. El servicio es una manera de dar amor al mundo, y no es sacrificio porque es hacer lo que nos apasiona.
  1. No olvides orar, la oración es sumamente importante, conversa con el padre-madre como realmente lo haría un hijo con su padre.
  1. Activa tu merkabah (vehículo de luz) todos los días, esto amplifica tu campo electromagnético y funciona como un escudo de protección. En un mismo espacio-tiempo las personas viven distintas realidades. Cada persona tiene su propio mundo, que puede ser un cielo o un infierno. Es importante estar con el aura fuerte.
  1. Asume responsabilidad en tus creaciones, hay que dejar de sentirnos víctimas de las circunstancias. El perdón es fundamental.
  1. Mayor atención a lo que pensamos y decimos, ahora que hay mayor velocidad, la manifestación es mucho más rápida. De igual modo nuestras acciones, la ley de la causa-efecto se da casi de inmediato.
  1. Evita lugares y situaciones que bajen tu frecuencia, es importante cuidarse a uno mismo. Más bien frecuenta lugares de mayor vibración y únete a personas más positivas.
  1. Evita ver al mundo como si fuese oscuro y negativo, porque esa será exactamente la realidad que se te presentará. Por eso evita ver noticias negativas, programas degradantes o películas violentas.
  1. Armoniza tus espacios con música de alta frecuencia, aromas, y elimina música con vibración baja que puede abrir portales a entidades bajas y escucha letras positivas, no degradantes.