Los Algoritmos de la Matrix

Mucho se habla de los algoritmos de redes sociales como Facebook, Instagram, Youtube, Tiktok, etc. Estas plataformas nos muestran contenido de nuestro interés basándose en un primer filtro y luego de acuerdo a nuestros comportamientos de navegación. Por ejemplo, a las personas que les gusta ver desnudos, les mostrarán publicidad pornográfica.

Nuestro mundo es un programa que también tiene un algoritmo que nos muestra la realidad que nosotros estamos percibiendo. Las personas que piensan que la ciudad es peligrosa y salen a la calle con miedo, son a las que más les roban. Muchas tradiciones espirituales como la kabbalah, el budismo, hinduismo, y otras, hablan de aumentar los niveles de consciencia para que se dé un cambio de percepción de la realidad. Esto lo podemos lograr realizando pequeñas cosas, pero en otros casos se requiere mucho esfuerzo espiritual.

Una acción inmediata que puede parecer egoísta es evitar a personas negativas, fatalistas y con malos hábitos, ya que inevitablemente nos arrastran a panoramas similares. No podemos ayudar a quienes no desean ser ayudados por eso es importante caminar con personas afines a nosotros, que de alguna manera ven el mundo de una manera más luminosa. En el camino espiritual se pasa por la soledad, pero es un paso necesario para la introspección y realizar un cambio de prioridades en nuestras vidas, está representado por la carta del ermitaño del tarot.

Si queremos que el algoritmo de esta realidad nos muestre panoramas deseados, debemos enfocarnos en ello con mucha coherencia y claro está que eso no se logra de un día para el otro ya que implica una ardua labor espiritual que debe comenzar con la sanación de programas limitantes, el autoconocimiento y el retorno hacia la verdadera esencia. No podemos ser nosotros mismos si no nos conocemos. Muchas veces nos hemos tenido que adaptar a los grupos, colocándonos máscaras de personajes que hemos querido mostrar, anulando nuestra propia esencia.

En este mundo nos ocurren situaciones alegres y tristes, sin excepción, y las personas justas o con mayor nivel de consciencia no están libres de ello, pero la diferencia es cómo respondemos a los eventos. Si lo hacemos pensando que se trata de una injusticia no habremos aprendido la lección y seguiremos en un mismo tipo de realidad.

Antes de llegar al año 2012, algunos hablaban del fin del mundo y otros del paso hacia una nueva dimensión. Hoy puedo decir que estamos co-existiendo en dimensiones paralelas y hay personas que ya están viviendo en dimensiones superiores y pueden ser nuestros vecinos y no nos hemos enterado. De igual modo existen muchas personas que están atrapadas en dimensiones mucho más densas que no forman parte de nuestra realidad pero existen como los mundos del narcotráfico, trata de personas, pedofilia, asesinatos, etc., y es por ello que debemos evitar a toda costa tener afinidad con esos mundos, y eso lo evitamos dejado de ver películas y noticias acerca de ello, y eso incluye series que supuestamente son espirituales como la Rosa de Guadalupe.

Cómo vemos el mundo?

Dejemos los dichos del abuelo y afirmaciones tan radicales como “todos los hombres engañan”, etc., porque por libre albedrío estamos eligiendo esas realidades. Para una comunicadora como yo es casi imposible dejar de enterarme de cosas por eso también es posible manipular el algoritmo de las redes para que te muestren únicamente lo que deseas consumir. Recordemos que la palabra información significa lo que ingresa y forma. Una manera de hacerlo es “decirle” a Facebook Tiktok etc., “este contenido no me interesa” y si queremos que la vida nos muestre el algoritmo deseado también tenemos que decirle al Universo “Esto no me interesa”, pero el Universo responde de acuerdo a la coherencia que emitimos, no se le puede engañar, por eso los actos de voluntad son totalmente necesarios. El profesor Javier Wolcoff decía en una de sus clases que debemos repudiar lo que ya no va más, porque si extrañamos algo de lo viejo que no es positivo para nuestras vidas no se irá y lo seguiremos atrayendo, como por ejemplo un cierto patrón de pareja.

En cuanto a la prosperidad, no se trata únicamente de repetirnos frases como “yo vivo en abundancia” sino demostrarlo al universo siendo dadores, porque cómo podemos ser prósperos si somos tacaños, el Universo lo interpreta como pobreza.

Ayer estuve conversando con una amiga que tiene dos hijas y comentábamos que los padres de hoy deben estar atentos a películas realmente atroces que programan a los jóvenes como “Elite” o “Euphoria”. Se está normalizando el poliamor, la promiscuidad, el género no binario, etc. Pienso que cada adulto tiene libertad de elegir sus preferencias pero los niños y adolescentes están en etapa de formación y son sumamente influenciables, debo decir que esto es un ataque de la oscuridad de todo lo que está haciendo para que apaguemos nuestra conexión espiritual y en consecuencia nuestra verdadera esencia.