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Hanna Karina Sandoval

Tradiciones Herméticas

La Paciencia, la Ciencia de la Paz

tortuguita

Uno de los mayores aprendizajes de mi vida fue comprender que tener paciencia no es “aguantar”. La paciencia es un estado de consciencia, si algo externo nos quita la paz, hay que mirarlo dentro de nosotros, por eso aquellas situaciones o personas que hacen que salgamos de nuestra paz, que debería ser nuestro estado natural, son verdaderos maestros, y a la larga hay que agradecerles.

Hace varios años no tenía conocimiento de los Animales de Poder, por alguna razón se me estaba manifestando una tortuga hasta que finalmente comprendí que fue el primer animal que tuve de manera consciente. La tortuga nos enseña la paciencia, es sabia. Son seres que provienen de galaxias muy lejanas, pueden vivir muchos años y se mueven lentamente. Todos conocemos el cuento del conejo y la tortuga y cómo ésta resulta ganadora debido a su constancia y perseverancia. Los animales de poder enseñan mucho, de esta manera pasó el tiempo y se manifestaron otros animales y pensé que la tortuga había cumplido su función pero no fue así.

La vida me está dando lecciones muy trascendentales, cosas que he deseado hace años se están cumpliendo en este tiempo, cuando ni siquiera ya pensaba en ello, y es que es así. Todo llega cuando debe llegar, ni antes ni después, por eso hay que soltar el control porque de lo contrario podemos hacer que se retrase más. Yo estaba contenta de haber logrado un sueño de hace unos seis años y tuve una experiencia curiosa, hace una semana estuve con un grupo de personas en el campo de distintas partes de Latinoamérica  y había una tortuga con un comportamiento muy extraño, para comenzar era demasiado rápida y muy osada. Puesto que yo amo a los animales, dejé que se me acerque y seguí escuchando la charla y me mandó una mordida que me hizo gritar. ¡Cómo me iba a imaginar que una tortuga me iba a morder!, pero bueno la alejaron, yo con mi pierna sangrando un poco fui a la enfermería tratando de entender la experiencia.

Al día siguiente en una meditación volvió a manifestarse la tortuga  y comprendí que había ignorado mi animal de poder y la consciencia del animal mandó a esta tortuga a morderme. Eso hizo darme cuenta que debo dejar de querer tener el control (el gran karma de mi vida), que debo soltar y tener paciencia. Las tortugas saben que todo sucede cuando debe suceder, así que fue una buena lección para mí.

Sentí compartir eso con ustedes para un mayor entendimiento de lo que significa tener paciencia, no debemos confundirlo con no hacer nada, sino hacer lo que está a nuestro alcance y luego se lo dejamos a la divinidad, si es para nosotros va a ser, pero las personas ansiosas como yo nos olvidamos de ello. “La Paz es el Camino”, como dice el libro de Deepak Chopra, es nuestro estado natural verdadero, sin embargo el desequilibrio se volvió algo natural y no es así. Debemos estar donde la vida nos de paz, tranquilidad y plenitud. Aquellas situaciones que nos causan dolor, angustia, toxicidad, son para alejarnos, no merecemos eso, pero el tema del merecimiento es otro tema.

Sin duda hay mucho que perdonar a nosotros mismos por el hecho de atraer situaciones y personas que supuestamente no nos hacen bien, pero que llegaron por magnetismo, así que lo que sí está en nuestras manos es hacerlo consciente de inmediato para salir de la rueda kármica y no permanecer más de la cuenta. Si un “amigo” nos paga mal, o una pareja, un vecino, jefe, etc., simplemente no es nuestro lugar, debemos hacer todo lo posible por llevar la fiesta en paz, de lo contrario, debemos retirarnos, no es para nosotros, de esa manera estamos fluyendo, nos alineamos con el Universo en vez de ir contra la corriente. Es la manera como le decimos al Universo, “esto no es para mi, mándame algo de mayor nivel”, y es como ganamos luz.

Recordemos que no tenemos poder sobre lo externo a nosotros, pero si podemos hacer cambios internos, ¡y por añadidura muchas veces también cambia el exterior! Por ejemplo si estás acostumbrado a responder de la misma manera ante una situación, digamos enojándote, y un día dejas de hacerlo, cortas ese ciclo y la otra parte por consiguiente hará lo mismo. Es la resistencia que se requiere para prender un foco en vez de generar cortocircuito.

Aprendamos de las tortugas, son grandes maestras. La paz es el camino. Así es.