Siempre relacioné el número 8 con el infinito, lo cual es acertado, pero no lograba ir más allá. Este es el año del portal 888 y no entendía bien la transcendencia, incluso no entendía por qué veo tanto este año ese número en la hora, en placas de carros etc. Ahora tengo un mejor entendimiento.
En el universo hay una perfecta danza entre lo masculino y femenino, la luz y la oscuridad. La oscuridad, que es el principio femenino, contrae, absorbe, es receptiva, y la luz que es el principio masculino, siembra su semilla en lo femenino, expande, proyecta. Esa es la eterna danza complementaria de creación y destrucción, ambas totalmente necesarias para que el universo siga expandiéndose.
Como estamos regidos bajo la ley de la correspondencia, donde lo que es arriba es abajo, lo que es adentro, es afuera, podemos decir que lo mismo sucede en nuestro interior. Todo busca su equilibrio constantemente, y ahora más que nunca hay que tomar consciencia ante situaciones dolorosas y no ponernos en plan de víctimas. Estamos obsesionados en encontrar a esa Llama Gemela que viene supuestamente a solucionarnos la vida. Muchos piensan que al encontrarla el sufrimiento culminará y ya no se sentirán más solos. Pensar esto solo genera que se atraiga a personas que vienen a mostrarnos aquellas carencias que nosotros mismos padecemos. Las parejas no han sido más que nuestros espejos en todo este tiempo. Es así que hay patrones que se repiten constantemente; mujeres que atraen siempre a hombres violentos, hombres que atraen a mujeres superficiales, mujeres con síndrome de Wendy, hombres con síndrome de Peter Pan, etc.
En nuestro interior es posible generar esa alquimia. Nuestros propios Shiva y Shakti, y eso se logra cuando honramos a nuestro masculino y a nuestro femenino interno. Sólo así podrá llegar esa Llama Gemela tan añorada, que no viene a cubrir nuestros vacíos sino a complementarse, es decir, dos seres completos, con sus propios propósitos, que no caen en el juego de la manipulación, el control, etc., sino más bien vibran en el amor incondicional y la libertad.
En el mundo de hoy, y con la caída de la Atlántida, la energía masculina sometió a la femenina, subordinándola, es por ello que se formaron familias patriarcales quienes decidían el destino de sus parejas e hijas, quienes no tenían voz ni voto. En una familia equilibrada, el orden siempre proviene del padre y es la madre quien acoge y nutre. Nuestros padres biológicos son la representación de nuestro padre y madre divinos. Cuando hay problemas con la madre, generalmente estamos con problemas con la parte femenina de Dios y con nuestro propio lado femenino.
Puesto que a la mujer se le quitó poder, se le acusaba de bruja si es que conocía formas alternativas de sanación o se conectaba con la luna, o de prostituta si tenía libertad sexual, fue así como fue cayendo la fuerza femenina y eso repercutió en el planeta. Hoy en día en algunos países el sometimiento a lo femenino es extremo, como en el caso de los países árabes, donde en muchos lugares ni siquiera pueden mostrar el rostro, o de formas más sutiles como en Japón donde casi se ha perdido la sabiduría milenaria, se ha desarrollado tremendamente el hemisferio izquierdo del cerebro y la tecnología, incluso originando que las mujeres asuman comportamientos masculinos. La Madre Tierra buscará su equilibrio, es por ello que hay que apoyarla, tratando primero de liberar energías del inconsciente colectivo y luego anclar la energía femenina, no con el propósito de que supere a la masculina sino que se equilibren y se cree el perfecto matrimonio tanto en La Madre Tierra como en nuestro interior.
La sombra también debe ser integrada puesto que como mencioné somos luz y sombra, y repudiarla traerá efectos hacia nosotros mismos y la vida siempre nos dará situaciones para ver nuestra sombra, aquellos aspectos que no queremos reconocer en nosotros. Y si tenemos la energía femenina dañada (o la masculina), la vida también nos dará situaciones para dejarlas ver y así poder sanar, y eso se puede ver en el tipo de parejas que atraemos, por eso la importancia de no victimizarse.
Entonces el 88 es eso, aquella unión que genera el triángulo sagrado, la santísima trinidad, la llama trina en nosotros, el matrimonio interno que hace transcender las polaridades de nosotros mismos, y sólo cuando eso suceda, podrá llegar esa llama gemela que se manifiesta de manera externa, ya no para mostrarnos lo que carecemos o lo que debemos sanar, sino para complementarse con nosotros y volverse uno con el creador a través de la sexualidad sagrada, y solo así podrá anclarse la energía de esos niños de tanta luz que están llegando a la Tierra.
El 8 de agosto del 2015 es el portal 888, muchos se desplazarán a distintos lugares de la Tierra donde se anclará esta llama trina de unión de estas energías complementarias en el Universo. Será preciso seguir la intuición. Y si hoy observan patrones y situaciones que no son saludables en sus relaciones, también es una oportunidad para romper estos patrones. Ya no son tiempos de tolerar relaciones de abuso porque la tradición así lo exige, nuestra libertad para cumplir nuestro propósito en la Tierra no es negociable y si una de las parejas es un obstáculo para ello, se está atentando contra el libre albedrío. El amor incondicional no pone los intereses personales en primer término como se hizo en la vieja energía. Seguir con los viejos patrones es seguir en el sufrimiento y caos. ¿Qué eliges?
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