Siempre tuve curiosidad por la astrología, nunca había hecho una carta astral pero tenía ganas de probar. No tenía muchas expectativas, pero fue muchísimo más profundo de lo que imaginaba.

Cuando empezamos la lectura, me sorprendió lo preciso que era todo. No solo habló de mi signo solar, sino también del ascendente, la luna y un montón de otras cosas que ni sabía que existían. Lo más loco fue cómo describió partes de mi personalidad que yo misma no sabía cómo explicar, pero que estaban ahí.

Descubrí mis patrones repetitivos, mi forma de vincularme, el por qué ciertas cosas me cuestan más que otras… y todo tenía sentido. Fue como ponerle palabras a cosas que siempre sentí pero no sabía cómo entender. No es que me dijeran el futuro, sino que me dieron una especie de mapa para entenderme mejor.