Cuanto más caminamos por el mundo espiritual, nuestro ego se hace más difícil de identificar. Vamos, a estas alturas podemos decir que no somos personas malvadas porque tenemos ciertos valores y respetamos reglas sociales. El problema radica cuando nuestra “oscuridad” está muy camuflada porque nuestro propio ego se encargó de darle un lugar donde no le corresponde. Y es que para la kabbalah el mal ocurre cuando la energía está mal situada y eso sucede cuando nos auto engañamos principalmente, lo que nos hace incoherentes y en consecuencia perdemos mucha energía.
Voy a poner varios ejemplos, al final identifica cuánto se aplica a tu caso personal.
- Cuando las personas “en honor a la verdad” dicen cosas totalmente innecesarias como decirle a alguien que le queda mal un traje, que ha envejecido o engordado, y peor aun cuando se lo dicen a un tercero a modo de chisme.
- Cuando se hace una labor social como donación y lo publican en redes sociales. Esto se llama agenda oculta para recibir algún tipo de honor.
- Cuando se publica lo bueno que nos va en la vida y lo feliz que supuestamente estamos (relaciones, cosas materiales, hijos, etc.). Si uno lo hace de vez en cuando no habría problema, el problema es cuando se hace a modo de llamar la atención, lo que estaría cubriendo vacíos del ego.
- Cuando creemos que nuestra verdad es la única verdad.
- Cuando se fantasea con seres espirituales o creernos especiales (ego espiritual).
- Cuando se justifica estar con alguien que está en una relación.
- Cuando justificamos alguna adicción.
- Cuando no decimos nuestra verdad y callamos cuando no deberíamos hacerlo.
- Cuando se muestra una imagen idealizada al mundo y no nuestro real ser.
- Cuando no ponemos límites saludables a los demás.
- Cuando somos demasiado duros con los demás.
- Cuando nos creemos el centro de atención.
- Cuando nos sentimos invisibles.
- Cuando no reconocemos nuestro valor como personas o como profesional.
- Cuando justificamos algún tipo de corrupción.
- Cuando buscamos obtener cosas de manera ilícita (libros, películas, software, etc.)
- Cuando tenemos falsa humildad.
- Cuando no somos empáticos.
- Cuando nos alegramos por las desgracias de otros (así sea merecida).
- Cuando regateamos de manera innecesaria.
- Cuando no perdonas a otros o a ti mismo.
- Cuando vives en el pasado o en el futuro.
¿Cuántos de mis ejemplos suceden en tu vida? Evalúalo para corregirlo de inmediato.
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