Escribe: Karina Sandoval
Este artículo pretende dar a conocer diferentes tipos de energías que no son consideradas “de luz”, pero que coexisten con nosotros. Con este artículo no pretendo fomentar el miedo. Estamos en tiempos de integración, y si bien estos seres existen y nos pueden hacer pasar “un mal rato”, también tienen luz en su interior y son grandes maestros. No son tiempos para repudiarlos, sino de reconocerlos como seres que están perdidos y alejados del amor, pero que en el fondo también lo buscan. También tener en cuenta que nosotros mismos los creamos, es por ello que es importante tomar conciencia al respecto, cambiando nuestra manera de mirarlos, pero en especial mirando nuestro propio mundo interior, ya que lo que se manifiesta en el exterior es el reflejo del interior.
Mi primera experiencia en el mundo astral fue cuando mi abuela Flora falleció y sentí claramente cuando me tocó el hombro, yo tendría unos seis años. Mi segunda experiencia vívida con seres del astral fue cuando yo tenía aproximadamente 15 años, sentí claramente como me tocaban muchas manos aprisionándome sin poder moverme, fue realmente aterrador, pero una vez que terminó pensé que fue un mal sueño, hasta que aprendí a diferenciar los sueños de las experiencias astrales. Pasó mucho tiempo para volver a vivir situaciones similares, comencé a tener experiencias muy desagradables a partir de los 33 años, que coincidió con mi despertar espiritual.
Con las experiencias obtenidas, hoy puedo apoyar a otros, en especial a los jóvenes, que pasan por estas situaciones. Aprendí sobre el mundo de la cuarta dimensión donde se “mueven” seres del campo astral, así como los seres en tránsito o desencarnados, pero no solo eso, en la cuarta dimensión también están los elementales de la Madre Tierra y nuestro guía espiritual o ángel de la guarda.
Los seres desencarnados son aquellos que debido a apegos, ya sean materiales, emocionales o por otro enganche, no han podido retornar a la luz. Muchos de nuestros propios familiares se enganchan por una u otra razón, pasando años acompañando a una persona. Hay seres que se han quedado siglos deambulando.
El mundo astral es un poco complicado, por eso es difícil explicarlo. Los seres humanos vivitos y coleando son capaces de crear bajos astrales, éstos cobran vida literalmente y a veces se confunden con seres desencarnados. Los bajos astrales se ven como sombras, y es que son las sombras de los seres humanos. Mucho se dice que con la palabra las personas pueden crear ángeles o demonios, y es totalmente cierto. Los seres de bajo astral se manifiestan más con los efectos del alcohol y drogas alucinógenas, es como si la sombra toma el poder y la voluntad de la persona y permanecen vagando por las calles con vida propia, buscando lugares densos y oscuros donde refugiarse, ¿aterrador?, pues esto es pan de cada día, menos mal que casi nadie los ve, pero no puedo decir lo mismo de tantos niños que están aterrados porque ven de todo. Sus guías espirituales están allí para defenderlos pero nadie es consciente que en la propia casa es donde se pueden generar estos seres con el mal uso de la palabra, con pensamientos de muy bajo nivel, etc.
El campo astral almacena lo que se conoce como Egregores, que son un cúmulo de formas pensamiento de bajo nivel, por decir algo. El cúmulo de estas formas pensamiento se unen como nubes negras, creando caos en la ciudad, puntos de violencia e incluso generando guerras en un país, por eso hay que responsabilizarnos por lo que ocurre en el inconsciente colectivo. Los seres humanos buscan donde “desfogarse”, y van a lugares como discotecas, conciertos multitudinarios o al estadio, y es allí donde “vomitan” literalmente todos sus demonios, y estos cobran vida, aunque usted no lo crea. También se sabe que hay ciertos grupos de poder que eligen fechas específicas para conglomerar personas y alimentar otro tipo de fuerzas que justamente buscan miedos, iras, etc. Estas formas pensamiento pueden ser “canalizadas” por algunas personas, que pueden confundirlo con sus propios pensamientos, creando depresión e incluso suicidios. Es por ello que los “canales” deben tener mayor cuidado en la protección de su campo.
La Tierra ha acumulado una gran cantidad de manifestaciones astrales que ya deben partir, no digo desaparecer porque nada desaparece, todo se transforma, nada se desecha en el universo. Allí también está la carga de nuestros antepasados, y es por ello que cuando una persona tiene la apremiante necesidad de ir a un lugar, como por ejemplo un lugar de poder en cualquier parte del mundo, en el fondo busca sanar algún registro de su antepasado y con esto también libera a la Madre Tierra de cargas. Les cuento un caso particular, hace dos años en el 2013, me tocó ir a Kuelap, una fortaleza ubicada en el departamento de Amazonas, en Chachapoyas, allí tuve la oportunidad de sanar un antepasado ya que como niña fui sacrificada en el lugar. Muchas veces debemos regresar cuando fuimos víctimas o victimarios, y en ese preciso instante se da la liberación kármica que sana a nuestros ancestros y a nuestros descendientes.
Otros seres conocidos son los llamados íncubos y súcubos, demonios sexuales que “acompañan” a personas que se han dejado llevar por el mal uso de la sexualidad. Estos demonios buscan experimentar ese desenfreno a través de estas personas, que en la mayoría de veces no saben que los acompañan o también sufren ataques en experiencias que se conocen como “parálisis de sueño”. Es posible desligarse de estos seres con un buen maestro reiki, con radiestesia o un buen canal que los libere.
Algo muy común que cargan la mayoría de personas son los parásitos energéticos, que son invisibles para el ojo humano pero para quienes los ven, son unos bichos peludos que se ubican en ciertas partes del cuerpo, en especial la parte del plexo, corazón y cabeza, y absorben energía y también se alimentan de los miedos de las personas. Estos bichos también pueden ser liberados por un buen maestro reiki. El tema es que las personas que los llevan comienzan a tener pensamientos que se confunden con los de sí mismas, y comienzan a ser manipulados, generando grietas en el aura, lo cual puede permitir que algo más grave ingrese como un espíritu invasor, o peor aún, un espíritu demoníaco, pero para que eso suceda la persona debe haber cedido su amor interno.
Ahora debemos más que nunca, con este conocimiento, cambiar nuestros pensamientos, de pasar a ser negativos y fatalistas a positivos, cuanto más se cuiden las palabras que se pronuncien, y se proteja el canal sexual sin “ensuciarlo” con relaciones irresponsables, las vibraciones aumentarán y estos seres ya no tendrán cabida. En vez de eso comenzarán a visitarnos seres mucho más agradables como los ángeles que emanan aromas y vibraciones muy, pero muy agradables. La alimentación también es algo que hay que comenzar a observar, el consumo de carnes hace que se ingiera el karma del animal asesinado, lo que trae parásitos.
Y en Trujillo?
Hola
Si sientes el llamado puedes conectarte con un grupo o desde tu hogar. Mayor información en : https://animaplanetario.wordpress.com/