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Hanna Karina Sandoval

Tradiciones Herméticas

La Destrucción y El Cambio

torreNo nos gusta escuchar la palabra destrucción, suena muy fuerte y nos intimida. Estamos tan acostumbrados a nuestra “zona de confort”, que un pequeño cambio puede generar todo un caos. Ahora imaginemos una destrucción más escabrosa que puede manifestarse en un doloroso divorcio, pérdida de trabajo, cualquier tipo de ruptura, pérdidas materiales, pérdidas humanas, etc.

En el Tarot, la carta de la Torre anuncia un cambio trascendental que, en la mayoría de los casos, es por medio del dolor. Tenemos tanto apego con personas y cosas, que al pensar en una pérdida se nos remueve hasta las entrañas.

En el Macro y Micro Universo, todo está en constante transformación. La Ley de la Correspondencia nos dice que como es arriba es abajo, y como es adentro, es afuera. Es por ello que llega un momento en que Galaxias, Sistemas y Planetas son destruidos o son absorbidos por un agujero negro para crear algo nuevo, y es parte de un ciclo natural, que por ley de correspondencia también involucra a los seres humanos. Ya decía Einstein, “la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”.

Es así que cuando nos estancamos en nuestras vidas, nos alejamos de nuestra misión y vivimos en un círculo vicioso que se convierte en un campo mórfico, se presentarán situaciones caóticas que buscarán llamar nuestra atención. Estas situaciones pueden incluir una enfermedad, separaciones, robos, pérdidas, etc., y cuando la omisión es mayor, la situación será mucho más grande como una muerte, pérdida total, etc. Es decir, se desmorona la Torre, como ocurrió con las Torres Gemelas aquel 11 de septiembre del 2001, que anunció la caída de todo un sistema. Cuando la Torre cae, es para construir algo totalmente nuevo porque lo antiguo ya no tiene lugar, ya pasó su ciclo, y todo esto es parte del proceso cíclico de todo.

Por ejemplo, en el tema de las relaciones; una pareja se casa muy enamorada con intereses comunes, pero una de ellas comienza a aperturar conciencia y comienzan a haber cambios en su vida. Sin embargo, el compañero o compañera permanece igual y comienzan los conflictos, peleas, incomprensiones, etc. Es una situación que ninguno de los dos busca, pero que hoy es muy común. Cuando la pareja va de la mano todo es perfecto, pero cuando no es así deviene en la separación. Debemos tener en cuenta que nos unimos por afinidad, por vibración similar. Si una persona cambia, las vibraciones se tornan diferentes. Todas las personas requieren su individualidad para cumplir su misión, y si la pareja no es un apoyo para ello, esto va a generar mucho dolor, y cuando hay resistencia, hay mayor infelicidad.

Otro ejemplo es en el trabajo. Una persona puede sentirse segura con un buen sueldo y sin embargo no es la labor que corresponde a su misión. Esta persona sentirá un gran vacío y no sabrá de donde proviene, esperará los fines de semana para emborracharse y poder cubrir, al menos por un rato, ese vacío. Llegará un momento donde esa persona se sentirá motivada a renunciar, pero por miedos no lo hace, y si esto sucede es muy probable que el universo conspire para que pierda el trabajo, muchas veces sin un motivo razonable (como fue mi caso), todo para salir de ese sistema y mirar a otro lado y comenzar a escuchar al corazón. Cuando escuchamos a nuestro corazón, la vida es más fluida y sin mucho caos, pero la crisis trae transformación y es necesario fluir con los cambios.

Las personas que llegan a nosotros, muchas veces por afinidad o vínculo karmico, es para traernos un aprendizaje. Todas las personas que se nos acercan son nuestros maestros, y muchas veces el vínculo también debe romperse, generando dolor por el apego, pero si comprendemos que nada ni nadie nos pertenece (ni siquiera los padres o los hijos), todo dolor se disipa. Lo importante es rescatar el aprendizaje y entender que todo es parte de un plan mayor, y cuando hacemos esto, estamos cumpliendo la voluntad de Dios. En Alcohólicos Anónimos mucho dicen “Dios, que se haga tu voluntad y no la mía”, puesto que el verdadero libre albedrío es la voluntad de Dios, que a través de nuestro cuerpo decide experimentar por medio de un plan de vida.

Toda crisis es un aviso, si nos podemos en plan de víctimas o nos resistimos, todo tendrá más fuerza. Un cáncer puede ser visto como un aviso en vez de muerte. El cáncer es producto de una emoción no canalizada adecuadamente, ya sea un resentimiento, un trauma, etc., sumado a una mala alimentación que acrecienta el problema. Si una persona vive en medio del stress, de una manera acelerada y prácticamente en piloto automático, es probable que el cuerpo “busque” enfermarse. Nuestro cuerpo es sumamente sabio y nos habla todo el tiempo, pero un cuerpo intoxicado con mala alimentación, alcohol, cigarro, noticias negativas, etc., difícilmente podrá escuchar los pedidos de su organismo.

El aspecto femenino de Dios tiene muchas “caras”, una de ellas es la destrucción. En la India se le representa como la Diosa Kali. Destrucción y creación son caras de una misma moneda, totalmente necesarias. Muchas personas tienen como misión destruir, y ante nuestros ojos humanos, es una barbaridad, sin embargo para un plan mayor es por algo, y la creación se gesta en la oscuridad, en la nada, para construir buenos cimientos, buenas raíces, de lo contrario, cual árbol sin buenas raíces, no dará frutos.

Las catástrofes son catastro de fe, se da cuando una conciencia colectiva, que puede ser un país, ha generado una realidad que ya no puede continuar. En la época de la Atlántida por ejemplo, la misma Madre Tierra intervino en su destrucción, porque aquel sistema se había degradado a tal punto, que la estaba aniquilando. Todos conocemos la historia del Gran Diluvio Universal y de Noé.

Otro ejemplo son los niños y jóvenes que se les conoce como “índigos”, ellos han venido a romper esquemas, acabar con sistemas que ya no deben continuar, lo mismo con sistemas familiares (como es arriba es abajo, como es adentro es afuera). Muchos presidentes y personajes públicos calzan en esta definición y están actuando de una manera diferente a sus antecesores. Aunque no nos guste, Hugo Chavez vino a romper esquemas bajo su propósito, eso nos puede parecer disparatado pero sin duda removió el sistema norteamericano.

Cuando vivieron los dinosaurios en la Tierra, se percataron de que no iba a poder anclarse la conciencia crística, al ser seres muy sanguinarios que mataban por placer. Es así que llegó un gran asteroide que destruyó todo “fecundando” a nuestra Tierra para crear una nueva vida.

Claro que a nadie le gusta vivir en el caos, y para evitarlo o hacerlo más llevadero debemos dejarnos llevar lo más que podamos, fluir y escuchar a nuestro corazón constantemente, cumplir nuestra misión y observar nuestros comportamientos, puesto que si mantenemos ciertos hábitos negativos en nuestras vidas, como la ira por ejemplo, el universo va a querer que se transforme eso, hasta soltar esa energía estancada, ya sea a través del llanto, del perdón, el deporte, la meditación , etc., hasta que se tome conciencia. Y en cuanto a la consciencia colectiva, solos no podemos hacer mucho, por eso es importante laborar en nosotros mismos porque nuestras acciones repercuten en la colectividad, allí la frase “seamos el cambio que queremos ver en el mundo”. Los grupos se unen para protestar contra un sistema como “los indignados” en España, o sin ir muy lejos, la reacción que generó la Ley Pulpín en el Perú.

Cuando algo cumplió su ciclo, debe derrumbarse. Muchas almas eligen la forma de morir, como sucedió con los fallecidos en el atentado de las Torres Gemelas y en otras catástrofes humanas o naturales. Nadie desea que un ser querido muera en esas circunstancias, pero si eso sucede, sólo nos queda aceptar el proceso de transformación que llega a nivel cósmico. La fe de las personas es un gran motor para que no hayan catástrofes (catastro de fe), y en las colectividades que más se resisten a los cambios, es donde más conflicto habrá (guerras, destrucciones, etc.).

El mundo de hoy tiene la apremiante misión de equilibrar la energía femenina o de la diosa en el planeta, por tanto tiempo sometida, y ese proceso sin duda está trayendo mucho caos, pero es totalmente necesario.