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Hanna Karina Sandoval

Tradiciones Herméticas

Manifiesta el Espíritu de Dios en tí

jacob
El Sueño de la Escalera de Jacob

Hace unos años tuve problemas económicos cuando perdí mis ingresos fijos, y el estilo de vida que llevaba prácticamente hacía que el dinero se esfumara al instante (muy a lo Chiguán), pero gozaba de buena salud. En otros momentos la salud me fallaba pero estaba en una relación y me sentía acompañada. También me ha sucedido que he estado en una buena situación económica pero sola y con mala salud. Los momentos más críticos de mi vida han sido cuando he tenido escasez económica, mala salud y vida sentimental nula, tiempos realmente duros pero aún así, con ganas de vivir.

 

Por otro lado, me he topado con personas que lo tienen “todo”: salud, dinero y amor y sin embargo han atentado contra sus vidas. Me tocó una experiencia muy dura hace un año, una chica que aparentemente lo tenía toda vivía un verdadero infierno. Joven, guapa, con mucho dinero familiar, realmente no lo comprendía. Ella me confesó que se quería suicidar pero que de alguna manera la había ayudado para que eso no suceda, pero tiempo después sucedió igual, atentó contra su vida con éxito.

Esto me afectó de una manera incomprensible, es decir, a modo de “shock”. Puesto que el impacto puede ser tan alto, tu organismo tiene mecanismos para no colapsar para poder ir lidiando con ese tema de a pocos. Me lamentaba no haber podido ayudarla, no comprendía la depresión, sé lo que es tristeza pero no sé lo que es depresión, y al no comprenderlo no le di la importancia necesaria.

Ahora quiero hacer un paréntesis, tuve una experiencia de “desconexión” con D-ios, por un instante no lo sentí, quizás Jesús por eso dijo: “Padre, por qué me has abandonado”. No me quiero comparar con Jesús, pero siento que esa frase se debió a ello. Afortunadamente esta desconexión que tuve duró solo unos minutos, pero me bastó para comprender algo fundamental: Sin D-ios no somos nada. Puedo estar en la pobreza, sin una relación y con mala salud, pero no puedo estar sin D-ios, y ese ha sido el motivo por el cual me he levantado de mis caías, porque es la fuerza de D-ios la que me levanta.

Entonces comprendí que estas personas por algún motivo no están conectadas a la divinidad y viven un mundo totalmente terrenal, tanto personas con solvencia económica como las que no, ya que el pobre se la pasa pensando en dinero igual que el rico y el año pasado me tocó ver a un chico que también decidió partir por su cuenta, y a diferencia de la chica, no tenía muchos recursos económicos, y sin embargo conozco tanta gente con vidas sencillas muy felices.

Cuando yo tuve esa experiencia pensaba “si no tengo a D-ios no soy nada, por favor que vuelva la conexión”, y volvió. Eso me ayudó a comprender que aquellas  personas que deciden irse, no alimentan su alma, hasta que muere de hambre. Solo se ocupan del cuerpo (Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal de acuerdo a la Cábala). Pero lo digo no en tono acusador, es el mal del mundo, se nos bombardea con todo aquello que nos desconecta de la divinidad para distraernos, podemos redimirnos, pero también hay momentos en que el alma decide irse para comenzar de nuevo, replantear su misión de vida.

Seguir el camino de la misión, es cómo alimentamos el alma, si nos creemos esas historias que nos cuentan sobre las cosas que nos dan felicidad, entonces entramos en un bucle sin salida. La luz artificial del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal (de ahora en adelante, la serpiente), nos impresiona, pero no es una luz real, genera cortocircuito. La cábala no dice que hay que dejar las cosas del cuerpo, son importantes para tener un equilibrio en este mundo, pero jamás sin la conexión divina que es donde venimos.

¿Cómo escucho mi alma?, un paso a la vez, no busquen caminos fáciles, el camino no es sencillo porque hay que enfrentar aquellas cosas que nuestro subconsciente le huye, es así que hay que ser muy valientes. Si me la paso tomando ayahuasca, buscando experiencias extrasensoriales sin transformación personal, estamos fugando de la realidad, y de eso ya estoy hasta la coronilla viendo tanta espiritualidad hipócrita.

Hay mucha distorsión y transgresión, la gente pierde el camino porque el ego se re-adapta  y el ego espiritual es el peor que hay, en especial cuando uno se cree especial, el temido “complejo mesiánico”. Los niños están conectados, se dejan llevar por su curiosidad y creatividad hasta que muchos sistemas lo apagan diciendo cómo debe vivir. Esta semana falleció Karl Lagerfeld, ícono de la moda, quien no quería vestir a Adele por estar muy gorda. Este tipo de personas son las que han dominado el mundo, acomplejando jovencitas confundidas, por dar tan solo un ejemplo.

Probablemente este artículo parezca ridículo a los ateos, aquellos que solo dan fe a lo que pueden ver con sus ojos físicos, cuando esto representa apenas el 1%. Hay tanta luz a la que no podemos acceder porque no estamos preparados y hay tantas cosas que no podemos comprender, porque si llega una información a la que no estábamos listos, el rechazo puede ser muy grande, lo que lleva al fanatismo, es por ello que la cábala ha sido tan difamada por personas que simplemente no les fue bien porque no estaban preparados.

Hoy estuve meditando, tuve una conexión muy fuerte con la energía kundalini y tal parece que accedí a un plano donde todavía no estoy autorizada y un ángel me botó.  Esto que parece algo hostil es un gran favor que me hace porque no podemos acceder a lugares que nos pueden hacer daño. En una porción bíblica cuentan que Jacob tuvo un sueño y vio cómo ángeles subían y bajaban una escalera porque hay jerarquías, por eso no se pueden invocar ángeles a diestra y siniestra.

Adán y Eva perdieron el derecho de estar en el Jardín del Edén y fueron “expulsados” pero la verdad es que se densificaron al consumir del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal y dejaron de tener afinidad vibracional con el Jardín del Edén que está en otra dimensión. Es así que hay que volver a alimentarnos del Árbol de la Vida, cuyos nutrientes fortalecen el alma. Cuando tomamos este camino, cada vez nos acompañarán ángeles más sutiles, si persistimos en la incoherencia y deshonestidad con nosotros mismos y con los demás, seremos afines a entidades bajas que nos generan caos y nos llevan a la desesperanza. Y no hay mayor deshonestidad que “sacarle la vuelta” al alma, siguiendo sistemas de creencias egoicas.  Debemos permitir que el espíritu de Dios more en nosotros. Así es.