fbpx

Hanna Karina Sandoval

Tradiciones Herméticas

La Vida de un Kamikaze Espiritual

tai-chiHace tiempo que no escribo, estaba un tanto dispersa, tratando de ordenar mi vida.  Me abstraigo bastante estudiando kabbalah y leyendo libros un poco extraños pero que me dan revelaciones realmente extraordinarias. En mi camino espiritual he pasado por muchas etapas, incluyendo las evasivas, ya que si bien he tenido la tendencia de evadir la realidad desde niña yéndome a mi mundo de la fantasía o excediéndome con el alcohol ya mayor, hay momentos en la vida donde hay que decidirse enfrentar la vida tal cual es, sin adornitos adormecedores. La vida espiritual como fuga de la realidad, es como cualquier otra adicción, ouch.

Muchos deciden “buscar a Dios”, cuando ya no encuentran respuestas en la materia, y no está mal, pero lo que he podido percibir es la búsqueda de sensaciones extra sensoriales, estados alterados de consciencia (la misma vaina en otro contexto) y otros ejemplos. Mas sin creerme dueña de la verdad, debo decir que ese camino nos lleva al estancamiento y a un autoengaño apoteósico. Crucé el umbral del fanatismo, perdiendo la consciencia sin ninguna sustancia, me caí de narices más de una vez para finalmente llegar a la kabbalah.

La kabbalah no es un camino que te prometa la tierra prometida de manera fácil, de hecho he visto lugares donde sí lo prometen, lo cual me parece irresponsable. Una persona que decide entrar por ese camino sabe que deberá enfrentar sus propias oscuridades, ya que no somos vasijas de bendición a menos que lo merezcamos, y he allí la labor que para mi es una verdadera toma de consciencia.

Hay evidencias que indican que Jesús fue cabalista, y es que él formó parte de los Esenios, una comunidad judía que se sabe estudiaba la kabbalah, pero lamentablemente hay mucha distorsión respecto a esta comunidad, pero no es el tema de esta entrada. Hay un estudioso de la Kabbalah, el Dr. Mario Sabán, quien ha escrito el libro “El Judaísmo de Jesús”, donde analiza su discurso y lo relaciona con la doctrina de aquella época. El punto al que quiero llegar es que para mi Jesús fue una persona extraordinaria que enfrentó profundamente a sus demonios. Cada vez que leía el pasaje de Jesús en el desierto enfrentando al demonio (que puede aparecerse o no, da lo mismo), es para enfrentar a sus propios demonios, ya que los “oponentes” no son más que acusadores de lo que debemos corregir, o están para detonar lo que debemos trascender.

Entonces el camino de la consciencia es el camino del autoconocimiento, no es nada fácil, repito no es nada fácil. No puedo evitar criticar aquellos dogmas que inducen a la evasión de nuestras sombras, generando la proyección hacia fuera, derivando en fanatismos, homofobias, xenofobias, pedofilias, etc., ya que se basa en rechazar la sombra en vez de integrarla.

Aquello que denominamos “el mal” es una proyección de nuestra oscuridad no resuelta. Pues bien, en kabbalah sin duda queremos recibir los atributos de la divinidad para ser a imagen y semejanza del creador, y esto no es metafórico, es literal, sin falsas modestias. Quien lo logre, tiene la tierra prometida asegurada, pero es un camino que requiere mucha determinación y voluntad y muchas lágrimas derramadas, claro está.

A lo largo de la historia muchos cabalistas han dejado su legado al mundo, antes se estudiaba de maestro a discípulo y estuvo “oculta” por un gran periodo de tiempo para finalmente salir al mundo, llegó el momento. Se sabe que estos cabalistas tuvieron que pasar muchas pruebas para llegar a niveles más altos del árbol de la vida, y debemos agradecerles por todos estos avances que a nosotros nos facilita la labor puesto que en aquellos tiempos la densidad del planeta era mucho mayor y el nivel de consciencia mucho menor, así que si no pensabas como el que tenía el poder simplemente te mataban.

De esta manera de pensar que “hay que luchar contra el mal”, es un paradigma que hay que eliminar puesto ¿qué es el mal? Es un simple punto de vista. El verdadero kamikaze labora en sus propios demonios, corrige lo que tiene que corregir, se convierte en vasija de bendiciones por merecimiento, y trasciende la influencia astral.

Cada carta astral me muestra el mapa de ruta de las personas, los cabalistas dicen que no hay que buscar la astrología como medio para ver el futuro, igual el tarot y otros medios adivinatorios, de hecho el tarot no lo es, son arquetipos que nos ayudan a conocernos más. Una persona “atrapada” por la influencia astral, es totalmente predecible, repite y repite los mismos patrones y no están más que para trascenderlos. Una persona que comienza a hacer conscientes sus actos, es muy difícil predecirla, ya que hace uso de su libre albedrío y se va volviendo creador de sus propias realidades. Es una persona que no culpa a las circunstancias ni a la mala suerte, sabe que los eventos que le ocurren son efectos de una causa, y que debe hacer la corrección.

Mucho se difama a la kabbalah diciendo que es iIuminati o maligna, de hecho es imposible retornar al árbol de la vida si no se ha laborado previamente en uno mismo, para esa persona sería “maligna” puesto que no es vasija de bendición, así que los Iluminati no pueden laborar con la kabbalah, o no con el árbol de la vida sino con el árbol de la muerte, que es otra historia que no voy a mencionar. De hecho a estos grupos les interesa difamar el árbol de la vida para que la gente no se acerque, porque es el camino de la libertad donde podemos ser templos en cuerpo físico como el templo de Salomón donde la Shekinah morará en cada uno de nosotros (la matriz divina).

Si desean conocer más de esta disciplina, los invito al taller que daré el domingo 30 de abril. Más información en el siguiente enlace, pero para ello, deberás entrenarte como un kamikaze espiritual.

https://www.facebook.com/events/1508858812481331/