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Hanna Karina Sandoval

Tradiciones Herméticas

La Oración basada en el sentir

Escribe: Corazón Guzmán Rodríguez

Ha surgido la necesidad de trascender viejos patrones, la oración abordada en una alta frecuencia del sentir es un potente vehículo que proporciona sanación en uno mismo como en todo lo que está fuera de nosotros mismos. La oración vivida desde el corazón  contribuye a la unificación de la humanidad,  sin importar la religión, raza, clase social, etc.

El repetir palabras por tradición o frases en donde el verbo es utilizado de forma automática tiene que ser transformado por palabras en donde se integre el espíritu, la mente y las emociones, de esta manera  la oración llevará a la creación  y emanará energías de alta frecuencia.  Hoy es necesario emanar esas altas vibraciones para estar en línea con el cambio planetario.

Es indudable que somos creadores, y diariamente estamos creando. El orar,  uniendo el sentimiento, pensamiento y obra crea bienestar y sanación en la humanidad entera.

Por ejemplo si queremos paz en nuestra vida, el decir Padre/ Madre  deseo que me des paz, se está afirmando claramente nuestra carencia de paz, y eso no nos beneficia en lo más minino, en realidad es cuestión de abordar esta oración en  otro sentido,  podríamos evocar la paz  siendo conscientes que la paz ya está dentro de uno, únicamente hay que abrirse a que ésta florezca. Así se podría decir Padre/ Madre permite que la paz que guardo en mi corazón fluya totalmente  en mi ser,  y  reconozca la paz que hoy necesito, esto acompañado de un recuerdo  o sentimiento de paz  hará nuestra oración más potente y verdadera porque será expresada desde el corazón y permitirá altas frecuencias que repercutirán positivamente en nosotros mismos, a quienes van dirigidos y a la sociedad en general.

En el camino de la oración consciente también se reconoce de forma espontánea la integración  del padre celestial y de la madre tierra,   y  permite  el equilibrio de nuestra parte masculina y femenina, trascendiendo oraciones duales y patriarcales.  Una oración unida al corazón como he explicado permite también educar la mente, y  un encuentro con nuestra esencia divina, con el reino de los cielos que habita dentro de nosotros mismos.

Hoy en día de nuestros corazones surgen luminosas palpitaciones de unificación, de despertar, y darnos cuenta que en realidad todos somos uno, entre cada ser vivo existen lazos que  jamás podremos romper. Todos venimos del padre celestial y de la madre tierra, así pues la oración permite  ayudarnos entre nosotros mismos a sanar y a elevar consciencia.

El gran maestro Jesús nos dice: el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores

Somos creadores y la oración basada en el sentir tiene un poder inimaginable,  tiene un efecto  instantáneo anulando el tiempo y espacio.