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Hanna Karina Sandoval

Tradiciones Herméticas

ADN y el Amor

Escribe: Karina Sandoval

activacion_adnEl ADN es convenido, a esa conclusión llegué durante una meditación. Cuando el ser humano era primitivo, y lo vemos también en animales, el ejemplar que tenía mayor posibilidad de “dejar su semilla”, era el más fuerte. Éste debía inclusive pelear hasta la muerte para conseguir aparearse con las hembras y preservar su estirpe.

Conforme el ser humano iba evolucionando, ya no era necesario ser el más fuerte a nivel físico, las mujeres se veían atraídas por hombres con otros atributos. Aunque la elección de pareja no era privilegio de las mujeres, puesto que el padre elegía con quién debía casarse su hija, y poco le importaba si estaba enamorada o si iba a ser feliz, las mujeres tenían un deber que cumplir con su marido y éste podía estar con otras, eso era lo aceptado. Generación tras generación, nacieron seres por acuerdos y no por amor.

Recién a mediados del siglo XX la mujer comenzó a tener derechos que incluía el sufragio y muchas ya pudieron elegir a sus parejas, aunque inclusive en estos tiempos, muchas no tienen ese privilegio. Aún así, el sistema que rigió permaneció durante mucho tiempo, y la mujer debía ver que su pareja le sea conveniente para garantizarle una estabilidad económica a ella y a su progenie. Entonces, a pesar de tener dicha libertad, no era aplicada del todo porque el sistema aún estaba arraigado en el inconsciente y la elección de pareja, en muchos casos seguía dependiendo de una serie de requisitos mentales que no tenían que ver con el sentimiento.

Si lo queremos ver a nivel de chakras, antes se buscaba supervivencia, por eso era importante tener una pareja fuerte que pudiera proteger de los tantos peligros que existían. La sexualidad debía satisfacerse a ese nivel de conciencia. Cuando se iba evolucionando, entraron a taller otros niveles de atracción, se requería una pareja que pudiera emprender actividades con cierta creatividad para el intercambio comercial, puesto que ya no se cazaba directamente.

También surgieron artistas como escritores, poetas, músicos, pintores, que tenían un gran poder de atracción femenina, y de acuerdo a la ley de la vibración se atrae lo similar, el campo electromagnético atrae a su afín y el ADN sabe lo que le conviene tanto al hombre como a la mujer para su evolución, aunque éstos no tengan ni idea. Es así que muchos artistas tuvieron sus “Musas Inspiradoras”, y este concepto no es gratuito. El ADN del artista sabía muy bien que el intercambio de códigos a través de la sexualidad podría otorgarle mayor creatividad e inspiración, de igual modo la mujer recibía otro tipo de códigos que su nivel de conciencia requería. Pero cuando se quedaba en ese nivel, el artista muchas veces se sentía estancado y se buscaba otra “Musa Inspiradora”, porque la relación sólo cubrió los dos primeros chakras.

Cuando el ser humano siguió evolucionando, la sabiduría de la vida comenzó a integrarse, las personas se volvieron más intelectuales y racionales. La Tierra vio nacer a grandes pensadores filósofos, y vimos doctrinas, tratados, ideologías, etc. que marcaron el mundo. La mujer por su lado aprendió a imponer su sabiduría de manera sutil, gobernando los hogares y llegando a influenciar en sus parejas, aunque éstos no lo admitieran abiertamente. La sexualidad había llegado a un tercer nivel de conciencia.

Cuando el ser humano comienza a percatarse de que es un ser divino por excelencia, y que no había que rezar y golpearse el pecho para lograr sus propósitos sino que debía emerger su propia divinidad en su cuerpo humano, la kundalini comienza a despertar.

kundakini

La kundalini es esa energía vital que permanece dormida en los dos primeros chakras y que llegado el momento de conciencia comienza a despertar. Estamos entrando a una era del corazón, donde ya no nos regiremos por los sistemas aprendidos y mucho menos se dará en las relaciones. En la era del corazón se elige a la pareja únicamente por amor, y si bien el ADN sigue siendo un convenido, porque en la sexualidad hay este intercambio de códigos necesarios para la evolución, es el ADN el que se enamora sintonizando con el campo electromagnético que le resulta tan seductor.

Un artista o un creativo podrá seguir buscando a su “Musa Inspiradora”, pero esta vez a un mayor nivel, a un nivel del corazón, donde las parejas perduran hasta la muerte, donde el complemento es completo y en la alquimia sagrada, cuando las serpientes de la kundalini se fusionan, se decodifica el ADN, y ya no solo se queda en el corazón, sino que la conexión con el Universo es total. La energía de la kundalini apertura dones dormidos y en la sexualidad hay un intercambio de códigos. Una parte puede proporcionar prosperidad, otra creatividad, voluntad, etc.

Las parejas de la nueva era buscan la evolución mutua, y llegado el momento, será la propia llama gemela la que se re-encuentre con su otra parte. Ahora bien, no hay que estancarse esperando a la llama gemela puesto que hay muchas almas afines apropiadas para el momento evolutivo, y nuestra otra parte nos puede ayudar a que se produzca el encuentro.

Por consiguiente, no es malo ser convenido, pero es la conveniencia del corazón. Confiar en él puesto que sabe perfectamente lo que es mejor para nuestro crecimiento. Si seguimos rigiéndonos por las conveniencias de la mente, estamos dejando que el ego elija y no a nuestra sabiduría innata.

Todas las personas que llegaron a nuestras vidas, es lo que nos correspondía y ya no son tiempos de ponernos de víctimas o culpar a la mala suerte, todo fue perfecto para nuestro plan y para el plan universal. Muchas experiencias, sean largas o cortas, cumplieron su propósito, aportaron los códigos necesarios por acuerdos. Debemos agradecer lo bueno y lo malo experimentado, porque nos hizo crecer en todo sentido.

Las parejas en la era del corazón se apoyan para cumplir su propósito individual. No hay manipulación, no hay apegos, la evolución de la pareja es la propia evolución y los niños que nacerán, serán la nueva semilla de la humanidad.

sexoconciente

 

La sexualidad deberá ser más consciente, sabiendo que en el intercambio que se da, se pueden adquirir karmas, egregores, parásitos, etc., del otro cuando sólo se busca saciar la parte física. En una relación de amor, todo es pureza, es sagrado, es divino.

Recuerden la sabia frase: “Dios los cría, ellos se juntan”.