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Hanna Karina Sandoval

Tradiciones Herméticas

Una Perspectiva Diferente sobre Jesús, Judas y sus Amigos

Por Yazmin Chávez Portella

judasSi Jesús tenía que ser crucificado, si Judas, Pilatos y Caifás (los tres traidores), lo llevaron a la muerte,  no podemos tomar la historia o los escritos de manera tan literal.

Hablando en “cristiano”, Judas, Pilatos y Caifás bien pudieron ser 3 maestros que llevan a Jesús al último paso de su muerte (de su muerte interna egoica) para poder ser trascendido de sí mismo por completo, en cuerpo y alma completa.

No es al Cristo en Amor a quien se crucifica, es a uno mismo, al sí mismo, al ego al que simbólicamente se le crucifica. Pero es en total Amor, amor que no radica en nuestras mentes.

Claro, el hombre (Jesús) la ha visto difícil porque el camino de alguien que quiere trascenderse a sí mismo no es nada fácil y cuando es tu ser interno quien empieza a manifestarse en amor, todos te darán la espalda, por así decir. (Y es que “todos” son muchos y “muchos” no es del Ser).

Entonces, Judas, Pilatos, Caifás… representan aspectos nuestros que detestamos, proyectamos en estas figuras nuestras aberraciones y los juzgamos como si ellos fueran los malos. Cuando en realidad lo malo y lo bueno, no existe, es una mera construcción de nuestras mentes, y nuestra mente está dominada por nuestros viejos paradigmas, por nuestro ego.

Claro, nuestra mente sirve de referente para movernos en la ilusión del mundo, sin embargo llega un punto en que ella no comanda el plan de acción, sino el Ser. Cuando el Ser comanda (previos trabajos de autoconocimiento) es la mente quien se coloca a su servicio, no al revés.

Judas, Pilatos y Caifás, junto a Jesús, son un grupo de amigos, de maestros, de actores aliados a mostrarnos la historia del hombre.

Si percibimos a los buenos o a los malos, estamos cayendo en una dualidad mental y nos perderemos la más rica enseñanza a ser recordada desde nuestro interior. ¿Quién es el malo? ¿Quién es el bueno? No existe. Nunca lo hubo. Todo es parte del plan, de la gran obra.

Podemos tomar la gran obra como un trabajo, o como una obra teatral, sin embargo hay que tomarla con una sonrisa sea como sea que la veamos, y sobre todo dejarnos sorprender cuando descubramos qué hay detrás de la cortina.

Sí, sorprendernos como niños.

¿Te has puesto a pensar que quizá Judas quiere que veas al Judas dentro de ti? ¿O que Pilato viene a recordarte al aspecto Pilato que llevas? ¿Y Caifás? ¿Qué me dices de Caifás?… Cómo ellos hay muchos más. Tantos personajes con quienes identificarte y reconocer dentro tuyo. ¿Ya has visto al Jesús que hay en ti? Interesante ¿no? Y no, ese Jesús no es tu Ser.

¿El Ser? El ser no se cree un personaje. El ser solamente Es.

Buena noche.